Fue un desafío interesante ya que la clienta, emocionada por un nuevo proyecto, había diseñado ella misma la guía del logotipo. ¿Por qué esto lo hizo más difícil? Porque ahora teníamos que adaptarnos a su boceto digital y, además, darle sentido.

Maria Fernanda deseaba que la marca reflejara estilo, algo fresco y novedoso, y también me pidió que considerara elementos químicos para hacer una alusión directa al nombre.
El proceso fue un torrente de ideas que culminó en variaciones del logotipo para cada uno de los aplicativos, una identidad visual mucho más sólida y una experiencia integral que daría forma a su branding. Conseguimos transformar la marca en algo vibrante, fuerte y divertido, o como algunos clientes lo describieron, una marca contagiosa y llena de energía. Utilizamos referencias de la tabla periódica para los detalles de maquetación y concentramos toda la energía de la marca en un personaje publicitario carismático y divertido llamado Slushy.